top of page

Sobre Italo Somma

Su trabajo raya el perfeccionismo. Este artista napolitano, residente en las Islas Canarias, cuenta con una experiencia de más de treinta  años en el mundo de la pintura artística.

 

En los años 80 comienza a exponer sus creaciones en su ciudad natal. Nápoles, donde su obra es reconocida con varios galardones, como el primer premio en la Muestra de Arte Contemporáneo de Sarno Salerno y el Máscara de Plata, de la Sala Gemito, del Ayuntamiento de Nápoles.

 

Somma se debate entre el perfeccionismo de sus líneas y la necesaria ruptura de las formas, y nos presenta un trabajo de ejecución solvente y sosegada.

Escruta con detenimiento su entorno en busca de la lógica que marca las líneas de su trabajo y de su vida mientras confía en encontrar una brecha, una inflexión en la razón pura, por la que colar el caos en el que podría convertirse su arte si desatara la anarquía que anida en cada retrato. Son retratos poco ortodoxos, realizados con una peculiar técnica, similar a la que él mismo bautizara treinta años atrás como linealismo, pero cargada de la madurez que tantos años de trabajo y de experiencia le han dado a su pulso firme.

 

Doce Historias, que podrían ser muchas más, de personajes del entramado social y cultural, piezas que van más allá de meros retratos para convertirse en historias como las de cualquiera. Cada cuadro plasma la síntesis de un lado de la historia de cada uno de los retratados y nos inocula la sensación que el propio Somma ha percibido en cada uno de esos personajes. Se aprecia en el conjunto exhibido, y en cada uno de los doce cuadros que componen esta nueva entrega, una hábil combinación sinestésica con su teoría de la música – color. Cada retrato nos transmite distintas sensaciones, dependiendo del lado de la personalidad que el artista haya querido resaltar: toques de soberbia, sufrimiento, poder, resaltes de genialidad o de picardía...

bottom of page